El hormigón rayado, al igual que otras soluciones que parten del hormigón tradicional, es una solución sencilla y económica si deseas una superficie más rugosa; que ofrezca una terminación antideslizante, pero decorativa.
En esta novedad del hormigón se puede aplicar diferentes colores y es ideal para utilizarlo en rampas, aceras, estacionamientos, autopistas, caminos rurales o calles muy transitadas, pasillos exteriores y patios de naves industriales que requieran de maniobras precisas: donde quiera que necesites un pavimento seguro, que pueda evitar caídas accidentales.
El hormigón rayado es un "barrido" que se hace a través de una herramienta especial (un peine o rastrillo texturizador) que, al ser pasado sobre la terminación fratasada del hormigón le otorga ese aspecto "rayado" en su superficie, creando estrías o canales que le dan esa característica antideslizante.
La ejecución del piso de hormigón rayado se inicia como si fueras a preparar un pavimento de hormigón convencional.
En su superficie se aplica un fratasado manual o mecánico. Ahora bien, la terminación de su capa superior es importante, pues esta contiene los materiales de mayor calidad del pavimento.
Es en esta capa de rodadura obtenemos propiedades antideslizantes o no, según la preferencia del cliente.
Pero, si se trata de un piso de hormigón rayado, obviamente el cliente está buscando un propósito antideslizante que variará en función a su necesidad.
Paso 1, preparamos el terreno.
Paso 2: replanteamos y comprobamos los niveles.
Paso 3: vertemos el hormigón
Paso 4: vamos regleando y nivelando su piso.
Paso 5: hacemos un fratasado manual o mecánico.
Paso 6: Una vez que se ha extendido el hormigón espolvoreamos el color deseado y lo vamos trabajando de manera que el color quede incrustado. Aunque también se puede colorear el hormigón directamente, pero sería una opción más costosa. Eso ya es cuestión de la preferencia del cliente.
Paso 7: Tan pronto tengamos nuestra superficie fratasada y coloreada, dejamos que el hormigón tense un poco, pero sin perder humedad.
Así logramos un rayado más prolijo. Rayamos la superficie con un peine texturizador. La forma o textura del acabado de la superficie del hormigón rayado, dependerá de las necesidades del cliente.
Paso 8: Dependiendo de las dimensiones de la solera, pasamos a hacer las juntas de dilatación y retracción del pavimento a través de cortes de 3 mm de ancho.
El resultado final es un hormigón rayado decorativo y elegante, fácil de realizar, pero que queda perfecto para utilizarlo en aceras, jardines, paseos, en autopistas para reducir la velocidad… Es infinito el número de usos que le puedes dar a este tipo de piso, pudiendo hacerlo en infinidad de colores.
La técnica del hormigón rayado es ideal y está al alcance de todos.
Esta técnica, bien ejecutada, puede darte excelentes resultados; no solo en lo estético, sino también en lo práctico y la versatilidad que ofrece.
Es una inversión muy acertada, si lo que necesitas es optar por lo mejor y hacer un cambio radical en tu espacio.
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